Georgina Medina Lezama
EL CINEASTA
Cuánto tiempo viviendo en otra vida, en otro espacio, entre sueños. Tiempo mucho ha pasado desde aquél último encuentro que usted guarda para sí, para sus adentros.
Largas horas recreadas por las noches frías y en las más húmedas de sus momentos, a solas, consigo, con otras, con ella, con nadie, entre evocaciones, divagaciones, creaciones de usted, de ella, de ella y de usted y de usted con ella, en que se disuelve en ella.
Su vida efímera y elocuente en sus motivos, entre carretes de un cineasta que se crece y se disuelve entre las tiras de celuloide, que transparenta en ellas, con el haz de luz, la vida de historias inertes, creativas, gloriosas, arropadas en llanto, en espera, magia perceptiva al retener su imagen en un lapso, que le roba y da vida al tiempo.
Ella le sueña, le piensa, y usted se pierde entre nubes.
Usted le encuentra, y al verla le guiña, le habla en silencio, sin ruido, entre textos.
Ella le sonríe, se alegra, le mueve, le busca, también entre textos.
La voz de usted viaja hasta sus recuerdos que toman vida, frescura, presencia.
Usted imagina la escena, la proyecta en su mente, planea el momento, le congela.
Cuántas veces recreando, en sucesión de imágenes rápidas, la ilusión de la vida, de su vida que ve pasar.
Ella decide acercarse, más, tanto como a él le da el guion, para no salir de la trama, que con precisión acostumbrada el cineasta cuida de no encimar o sobreponer ninguna imagen, que altere la experiencia que construye cada noche, cada amanecer.
Ella le aguarda, le sueña.
¿Usted le respira, le piensa?
Usted no se atreve, vuelve a postergar, posterga.
Ella se descubre inquieta, desea descargar la furia alegre que usted le ha despertado.
Usted no se da cuenta, juega con las tiras de acetato, las ordena, no arriesga escena, cuida el montaje.
Ella piensa, se contesta: Ya hemos bailado, reído, amado, cantado, nos hemos buscado con sigilo, con escándalo.
Usted sigue planeando iluminación, música, sonido, ambiente, interpretación.
Ella pasa por la cinta, en su proyector, tocada por el haz de luz, de su imaginación, proceso perceptual de las imágenes que pasan en serie, rápidas, en tiempo uniforme, salto de tiempo, alternando, tiempo uniforme, nuevo salto, tiempo.
Usted se concentra en la forma.
Ella se enfrasca en el tono.
Usted cuida el ritmo y la trama.
Ella pincela el ambiente.
Cada uno desde el matiz emotivo se graban ambos, y así prosiguen.
Ella interpreta, vive, en la cinta, el amor mismo, el que enardece.
Usted se vive y contempla desde el ojo opto-mecánico.
Usted se detiene, gris en su intento por entrar a través de la lente y ser traspasado por el haz de luz que a ella le da vida.
Usted se detiene, no se atreve, prefiere quedar de ese lado, para ser quien dirige, quien construye la historia, ilusión de manecillas corriendo lentas.
Ella se disuelve tras la lente, empieza su baile, jadea, se suda, ya no se contiene, contorsiona su cuerpo, se exalta.
Usted le escucha gritar, ella se dobla, se incendia, se parte en dos, en dos se parte.
El carrete se atora, ya no corre.
Usted apaga el interruptor de la lente, lo enciende nuevamente, buscando que la luz la defina, la proyecte
Ella desaparece de su obra, de su lente.
24 imágenes por segundo, usted le busca, Ella no vuelve.
Usted pasa 24 horas soñando, imaginando nuevamente,
Y allí, desde su lugar, permanece.
ella la luz y usted y todos el ojo
ResponderEliminarGracias por tu comentario, comparto tu sentir sobre el texto. Y a cada quien le hablara en su idioma . ☺️🙋🏻
ResponderEliminarHubo un error en mi nombre .
ResponderEliminarCorrijo
Saludos !
Otra vida, otro espacio, otro tiempo, y aún otros sueños; Y como quiera coinsidir!!!
ResponderEliminarLa mente es infinita como la imagincion ilimitada.
"Felicidades"
Otra vida, otro espacio, otro tiempo, y aún otros sueños; Y como quiera coinsidir!!!
ResponderEliminarLa mente es infinita como la imagincion ilimitada.
"Felicidades"
Gracias
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