miércoles, 17 de febrero de 2016

 

Guadalupe Icazbalceta


S/T

 

Prefiero a la gente linda sonriente, 

mas también calma, 

en un entendido de innecesaria  zozobra,

sin grito interior, con   la sabiduría  que  arroja la contemplación, humanamente bella. 


Mis otros yo multicolores,

Con quienes se pueda dialogar  con el lenguaje del humilde corazón

y la gracia de la hermandad, 

simplemente  interpretar  el grito de los silencios del alma.  

¿A donde se han ido  todas esas voces  silentes?  

Se me acabó el tiempo de desperdiciar,

he entendido quién soy,

no caminaré junto al precipicio. 

Me gusta rodearme de almas que cantan a coro

con las voces del cielo

entonando la música que calma

las insistentes angustias del ser.

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