lunes, 8 de febrero de 2016

Tablero

Georgina Medina
Un día, el tablero de ajedrez nos puso de frente. En la terraza, un viento tibio nos acercó, tanto que  tus ojos crecieron, y de ellos, un lago profundo se derramó. La Luna parpadeó, los cuadros del tablero se movían  como baldosas flotando. Perdí el piso, sentí caerme, tus lianas me ciñeron fuerte, respiré y pude sentir un tambor, dos. 

Tu lago abrió  mis labios, los tuyos se hundieron, arrobo, deleite de ambrosía ,mi suspiro se bebió al tuyo, 
y me traspasó. Bordé suave, paso intimo a dos vertientes, convergieron, se mezclaron. Me deslicé por cascada de agua dulce, adición al alma. Lianas hábiles me apresaron, en giros de fiebre, tu suavidad marea. La tensión se rompió, en liviano desliz y nos fuimos, sin mediar palabras.

Anoche, te soñé, sin tu permiso, llegué mas lejos, brinqué el borde de aquella tarde para recrear lo que pudo ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario